Biblia: ¿Hay buenas respuestas a las objeciones comunes a la Biblia?
En un proyecto que culminaba en mi libro Christians Might Be Crazy (Los cristianos podrían estar locos), encargué a los investigadores que descubrieran las principales objeciones y preguntas sobre el cristianismo entre los no creyentes (personas sin historia de la iglesia) y los no creyentes (personas que solían ir a la iglesia pero que ya no lo hacen). Sus investigaciones incluían más de 900,000 llamadas por teléfono, entrevistas con 1,000 personas y ocho grupos focales (con hombres y mujeres) en cuatro ciudades en los Estados Unidos, que resultaba en más de 400 páginas de conversaciones transcritas sobre la Biblia y el cristianismo. Con respecto a la Biblia, las siguientes objeciones aparecieron con mayor frecuencia.
«La Biblia ha sido editada por demasiadas personas».
Personas en cada grupo focal dijeron que la Biblia ha sido editada por tantas personas durante tantos años que ya no tenemos acceso al mensaje original. Un hombre expresó una opinión popular, «Las personas que tratan de seguir lo que la Biblia dice con exactitud probablemente no están siguiendo lo que Jesús realmente dijo porque ha pasado por tantas personas y eruditos. Ha sido editada por tantas personas que ya no sabemos exactamente que quiere decir. No podemos saber».
En los días previos a la imprenta y los archivos electrónicos, los escribas copiaron manuscritos letra por letra para preservarlos y difundirlos. Si bien los críticos objetan que no poseemos el autógrafo original, la antigüedad y la cantidad de copias que tenemos significa que estamos seguros del mensaje original de la Biblia.
Con respecto al Nuevo Testamento, Dr. Darrell Bock me dijo, «Tenemos acceso a miles de manuscritos y fragmentos que se usan para traducir la Biblia, no una cadena larga de traducciones degradadas…[y] tenemos más de 5,800 manuscritos griegos».
Además, hay 15,000 copias en otros idiomas antiguas. Hay que comparar todos estos datos con las pocas copias que tenemos de la mayoría de las obras antiguas. Trágicamente, los oponentes de la Escritura han atacado su validez por erróneamente decir que nuestras traducciones están construidos por copias mal transmitidas. Sin embargo, la prueba bibliográfica de las Escrituras refuta este argumento. Esta prueba determina la historicidad de un texto antiguo mediante el análisis de la cantidad y calidad de los manuscritos copiados, así como a qué distancia están de la época de los originales, según los autógrafos mencionados anteriormente. En la siguiente sección examinaremos este hecho con mayor detalle.
La cantidad de manuscritos del Nuevo Testamento está sin igual en la literatura antigua. Hay alrededor de 5,800 manuscritos griegos y casi 15,000 manuscritos en otros idiomas.
Como lo ilustra el siguiente cuadro, tanto el número de manuscritos transmitidos que poseemos de las Escrituras como su proximidad en la fecha a los autógrafos no tienen paralelo en comparación con otros documentos antiguos.
Autor | Obra | Fecha | Primer manuscrito | Intervalo de tiempo | Número de manuscritos |
Homero | Ilíada | 800 a.C. | c. 400 a.C . | 400 | 1,757 |
Herodoto | Historia | 480–
425 a.C. |
Siglo 10 d.C. | 1,350 | 109 |
Sófocles | Obras de teatro | 496–406
a.C. |
Siglo 3 a.C. | 100–200 | 193 |
Platón | Tetralogias | 400 a.C. | 895 d.C. | 1,300 | 210 |
César | Guerras galas | 100–
44 a.C. |
Siglo 9 d.C. | 950 | 251 |
Livy | Historia de Roma | 59 a.C.–
17 d.C. |
Siglo 5 d.C. | 400 | 150 |
Tácito | Anales | 100 d.C. | Primera mitad: 850 d.C.,
Segunda mitad: 1050 d.C. |
750–950 | 2+
31 del siglo 15 d.C. |
Plinio, el anciano | Historia natural | 49–79 d.C. | Un fragmento del siglo 5;
Siglos 14-15 d.C. |
400 (750) | 200 |
Tucídides | Historia | 460–
400 a.C. |
Siglo 3 a.C.; 900 d.C. | 200 (1,350) | 96 |
Demóstenes | Discursos | 300 a.C. | Algunos fragmentos del primer siglo a.C.; 1100 d.C. | 1,100+
(1400) |
340 |
Nuevo Testamento | 50–100 d.C. | 130 d.C.
(o menos) |
40 | 5,795 |
En nuestra entrevista, Dr. Darrell Bock añade, «Si vamos a descontar el texto del Nuevo Testamento, debemos cerrar todos nuestros departamentos de clásicos y literatura antigua en todas las universidades del mundo. Debemos rechazar el contenido de la mayoría de los libros que usamos para entender la historia anciana. La idea de que no sabemos el texto del Nuevo Testamento es simplemente loca. Tenemos mucha más evidencia en los manuscritos para el texto del Nuevo Testamento que para cualquier otra obra anciana. Y es por millas; ni siquiera está cerca» (1).
Adicionalmente, hemos encontrado que «la gran mayoría de estas variaciones involucran meramente cambios en ortografía, gramática y estilo, o omisiones accidentales o duplicaciones de letras, palabras, o frases», según el erudito del Nuevo Testamento Craig Blomberg (2). «En total, 97-99% del Nuevo Testamento griego original puede reconstruirse más allá de cualquier duda razonable. Además, ninguna doctrina cristiana está basada solamente, o, primeramente, en cualquier pasaje disputado» (3).
La Biblia no es una colección de fabulas y leyendas armadas por un largo periodo de tiempo. El libro que sostenemos en nuestras manos fielmente refleja lo que Dios dijo a través de los autores originales.
En nuestra entrevista, Bock señaló una segunda suposición errónea sobre la transmisión de la Escritura. «Muchas personas piensan que la Biblia fue escrita en una lengua anciana hace muchos años, así que ha sido traducida tantas veces en tantos idiomas que ya no la podemos confiar. La realidad es que equipos de traductores y eruditos trabajan con el griego y hebreo original para crear Biblias en las lenguas de las personas de todo el mundo. Estos expertos en lingüística tienen tanta o más educación que muchos científicos especializados en cohetes, y su trabajo está abierto a evaluación por cualquiera que quiera meterse en los detalles» (4).
«La Biblia dice…»
Las personas a menudo juzgan la Biblia según lo que piensan que dice. Aquí hay algunos ejemplos que escuchamos en nuestros grupos focales:
«Debes vender a su primera hija como esclava». La Biblia no dice nada así.
«Dale un pescado a un hombre, y él comerá por un día, y enseñará a un hombre a pescar y será alimentado para siempre». Expertos en la literatura piensan que esta frase viene de una historia llamada «Sra. Dymond» por Anne Isabella Thackeray Ritchie (1837-1919).
«El carácter del Antiguo Testamento Job tuvo sexo con sus hijas. La Biblia permite el incesto». La verdad es que la Biblia repetidamente condena el incesto y Job, un hombre excepcionalmente justo, no hizo nada así. Este participante probablemente estaba pensando de las hijas de Lot, que emborrachó a su padre en un esfuerzo por quedar embarazada (Gén 19:30-38). Ese episodio es una historia horrífica que ilustra el hecho de que la Biblia puede describir el pecado como una advertencia sin sugerirlo como una recomendación.
«La Biblia enseña que Jesús nació en la Navidad». De hecho, La Biblia no clarifica la fecha del nacimiento de Jesús. La observancia tradicional del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre comenzó durante el reinado del emperador romano Constantino (306–337 d. C.).
«La Biblia está llena de contradicciones».
Esta no es una queja pequeña. ¿Por qué debería alguien estar de acuerdo con un libro que no puede estar de acuerdo consigo mismo? Una mujer habló por muchos cuando dijo que la Biblia no tenía escasez de pasajes que dicen cosas completamente opuestas. Ella sintió que era «alucinante» que alguien creyera en la Biblia.
Las personas que dicen esto normalmente están copiando lo que han escuchado. Por eso, cuando dicen «contradicciones», es más que justo contestar «muestrame». Pero también debemos ser honestos. Aunque la Biblia es verdad, fiel, perfecto y escrito por Dios, a veces no es fácil de entender.
2 Pedro 3:15-16 (NTV) dice, «Tengan en cuenta que la paciencia de nuestro Señor es para salvación, tal y como nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, les ha escrito en casi todas sus cartas, donde habla de estas cosas, aun cuando entre ellas hay algunas que son difíciles de entender y que los ignorantes e inconstantes tuercen, como hacen también con las otras Escrituras, para su propia perdición».
Pablo dice mucho con estas palabras. Declara que las letras que Pablo escribió son «Escritura», además de otros libros de la Biblia, mostrando que los escritos de Pablo—13 o 14 de los 27 libros del Nuevo Testamento (hay debate sobre el autor de Hebreos) fueron adoptados inmediatamente. Pedro tenía que admitir que, aunque Pablo escribió con sabiduría de Dios, sus letras contenían comentarios que fueron difíciles de entender. Sin embargo, las personas no están libres para interpretarlos, o cualquier pasaje de la Escritura, como quieran. Algunas personas «ignorantes e inestables» ya estaban torciendo los escritos de Pablo y otras Escrituras, resultando en su destrucción.
Si parece haber una contradicción en las Escrituras, primero debemos buscar en la Biblia para examinarla más profundamente y descubrir si realmente es un error (5). Al final, es perfectamente razonable decir que no tenemos respuestas para todas las preguntas, pero siempre estamos aprendiendo, así que la respuesta puede aparecer más tarde, o podemos preguntarle a Jesús cuando llegamos a los cielos. Con nuestros cerebros caídos de tres libras, la humildad requiere que comencemos asumiendo que podemos estar equivocados, o simplemente no entender, muchas cosas dentro y fuera de la Biblia.
Como cristianos, confiamos que Dios aclara las verdades esenciales de nuestra fe, algo que se llama la perspicuidad de las Escrituras. Además, humildemente admitimos que a veces la Biblia se siente difícil porque no nos gusta lo que dice. Muchas veces, nuestro problema no es que no entendemos lo que dice, sino que no estamos de acuerdo o no queremos obedecer. Esto es especialmente cierto para el pecado sexual, ya que la Biblia es mucho más clara de lo que muchas personas esperaban. Afortunadamente, hay libros enteros que razonan a través de los puntos más difíciles de las Escrituras (6).
«El Nuevo Testamento fue escrito por personas que no conocían a Jesús».
Una mujer en Tejas expresó una actitud común hacia la Biblia, diciendo que el Nuevo Testamento fue escrito por personas que nunca conocían a Jesús, «Para mi, Jesús es un hombre que vivía una buena vida, y muchas personas querían crear una religión sobre él, entonces cambiaron el Antiguo Testamento y crearon una nueva religión».
En el principio de este capítulo, establecimos el hecho de que el Nuevo Testamento es testimonio de testigos oculares de la vida y el ministerio de Jesús. La Biblia también dice que más de 500 testigos vieron a Jesús resucitado de la muerte al mismo tiempo, y la mayoría todavía estaban vivos y dispuestos a testificar públicamente sobre eso en ese momento (7).
Estos detalles son intensamente relevantes. Los judíos devotos que creían que el acto de adorar a un dios falso los condenaría al infierno para siempre comenzó a adorar a su amigo, hermano e hijo como Dios. Muchos fueron torturados y murieron como mártires sin que ninguno de ellos se arrepintiera de que Jesús era Dios que resucitó de la muerte. Además, muchos de los líderes de la iglesia primitiva históricamente verificables como Policarpo, quien fue martirizado por su testimonio de Jesús, fueron discípulos de los Apóstoles.
Algunas personas imaginan que un hueco histórico entre la vida de Jesús y la escritura de su Historia permitía corrupción, leyendas, y mitos. La verdad es que el tiempo entre los eventos del Nuevo Testamento y su grabación es muy corto, especialmente en comparación con otros documentos antiguos. Pablo escribió 1 Corintios 15:1-8 sobre la resurrección de Jesús aproximadamente 25 años más tarde. Los testigos oculares estaban vivos para objetar lo que Pablo escribió si no era correcto. El primer fragmento manuscrito sobreviviente del Nuevo Testamento, del Evangelio de Juan, data de alrededor del año 130 d. C., dentro de décadas de cuando Juan escribió su Evangelio en el año 70–100 d. C. El erudito del Nuevo Testamento Daniel Wallace informa que un fragmento de Marcos puede datarse del primer siglo, incluso antes que el de Juan (8).
«Hay algunas historias que se guardan y algunas historias que se echaron».
Algunos participantes en todos los grupos creían que muchos de los primeros cristianos exageraban o excluían ciertos detalles sobre la vida de Jesús cuando compilaron la Biblia.
Una mujer en Tejas dijo, «Reunieron todo el Nuevo Testamento para que haya [sic] algunas historias que se guardan y algunas historias que se echaron. Creo que parte de la historia real está ahí. Simplemente no creo que tengamos toda la historia». Una mujer de California dijo, «Escuché que el Vaticano esconde secciones de la Biblia que muestran a Jesús en una luz más negativa». Otra mujer dijo, «En la Biblia hay [sic] 26 evangelios originales. Solo cuatro de ellos fueron puestos en la Biblia. Creo que tal vez hay [sic] más en eso».
Nuestros grupos focales repetidamente mencionaron el libro de Dan Brown llamado The Da Vinci Coda (El código Da Vinci), que popularizó la idea de que había numerosos «evangelios» y que los lideres de la iglesia escogieron sus favoritos y rechazaron otros, incluidos el evangelio de Tomás, Bernabé, Felipe, y Judas. Cuando los otros «evangelios» aparecen en los medios de comunicación, parece desafiar la credibilidad de la Biblia. Hay muchas razones obvias por las cuales estos otros «evangelios» no son confiables como historia genuina sobre Jesús.
Dan Brown construyó gran parte de la historia de su libro más vendido, El código Da Vinci, bajo la premisa de que la iglesia seleccionó los cuatro Evangelios canónicos de ochenta libros similares. (9) Los demás, según se dice, fueron eliminados por “una Iglesia que subyugó a las mujeres, desterró a la Diosa, quemó a los no creyentes y prohibió la reverencia pagana por lo sagrado femenino”. (10)
La verdad es que, incluso por el conteo más generoso, hay menos de treinta «evangelios». Sólo los Evangelios canónicos datan del primer siglo. El primero de los otros fue escrito más de cien años después de que Jesús vivió. La mayoría de ellos datan de al menos doscientos años después de Jesús. Ningún de los «evangelios perdidos» fue escondido por la iglesia. Además, no se han descubierto «evangelios perdidos». Todos los libros descubiertos fueron mencionados en los escritos de los padres de la iglesia porque sabían de su existencia, pero simplemente no los consideraban Escritura sagrada. Algunos de las copias más antiguas o completas se han descubierto, más significativamente en el sitio egipcio de Nag Hammadi. 2 Pedro 1:16 correctamente dice que estos tipos de acusaciones sobre los «evangelios perdidos» son simplemente «cuentos ingeniosos».
No hay razón para preocuparse por los evangelios perdidos que contienen la verdad que necesitamos acerca de Dios. Cualquier persona curiosa sobre su veracidad debería simplemente leerlos. El evangelio de Felipe dice que Jesús y María Magdalena fueron casados. De hecho, dice, «Y la compañera de la […] María Magdalena, […] ella más que los discípulos […] la besan en ella […]. El resto de […]. Le dijeron: “¿Por qué la amas más que a todos nosotros?”». (Las elipses entre paréntesis indican dónde se rompe y se pierde el papiro). Como podemos ver, esta es una evidencia extremadamente débil para el matrimonio de Jesús de que algún significado, incluso si es muy tarde, el evangelio claramente gnóstico fue aceptado como auténtico, lo cual no lo es.
El evangelio de Tomás es uno de los evangelios gnósticos más antiguos y ampliamente afirmados. No es un evangelio en el sentido de un narrativo que cuenta la historia de Jesús. Más bien, consiste en 114 dichos atribuidos a Jesús, algunos que suenan similares a los de los Evangelios canónicos.
Pero allí es donde termina la similitud. Fue escrito por lo menos un siglo después de los evangelios canónicos, muchos años después de los testigos oculares habían muerto. Claramente refleja la teología Gnóstica construida en creencias que desprecian las realidades terrenales y materiales y exaltaba el plano espiritual «superior». El «dios» de Tomás es un ser angélico que creó su propio mundo físico como una rebelión. Los humanos se presentan como seres espirituales atrapados en un cuerpo físico miserable. La única atención que se le dio a la humanidad de Jesús fue al tratar de disculparlo. Los Evangelios canónicos, sin embargo, proporcionan una imagen muy diferente de Jesús: un hombre completamente humano, en cuerpo y espíritu, y que tenía discípulos y amigos, tanto hombres como mujeres.
Para aclarar las diferencias entre los Evangelios reales en la Biblia y el Evangelio gnóstico de Tomás, solo lea su adagio final donde solo los hombres pueden entrar al cielo:
Simón Pedro les dice: Que Mariam salga de entre nosotros, pues las hembras
no son dignas de la vida. Jesús dice: He aquí que le inspiraré a ella para que se
convierta en varón, para que ella misma se haga una espíritu viviente semejante
a vosotros varones. Pues cada hembra que se convierte en varón, entrará en el
Reino de los Cielos. (114)
Hablando del término falso «evangelios perdidos», el erudito del Nuevo Testamento Craig Blomberg dijo:
En ningún sentido significativo estos escritores, líderes de la iglesia o concilios “suprimieron” el material gnóstico o apócrifo, ya que no hay evidencia de ningún canon que los haya incluido, ni de que alguien los haya presentado para la canonización, ni que fueran conocidos ampliamente. haber sido candidatos serios para la inclusión si alguien los hubiera presentado. De hecho, habrían fallado los tres criterios principales utilizados por la iglesia primitiva al seleccionar qué libros estaban, a veces muy literalmente, dispuestos a morir: los criterios de apostolicidad (que un libro fue escrito por un apóstol o un cercano asociado de un apóstol), coherencia (sin contradecir las Escrituras previamente aceptadas) y catolicidad (aceptación generalizada como particularmente relevante y normativa dentro de todos los segmentos principales de la comunidad cristiana primitiva). (11)
Para ser honesto, hay algunos otros libros antiguos que tienen buen contenido. El Pastor de Hermas y la Didaché fueron aceptados por la iglesia primitiva y son similares a muchos libros cristianos hoy. Son útiles como los libros de C.S. Lewis, pero no son Escritura. Sólo algunas iglesias y maestros querían incluirlos en el canon. Simplemente no fueron aceptados porque no fueron la Palabra de Dios para toda su iglesia.
Desde los primeros días, la iglesia sabia cuales libros fueron inspirados por Dios de la misma manera que un niño conoce la voz de su padre. Los leyeron, los estudiaron, los obedecieron, los vivieron y los pasaron. Deberíamos hacer lo mismo sin agregar nada a las Escrituras. Proverbios 30:5-6 dice, «Toda palabra de Dios demuestra ser verdadera. Él es un escudo para todos los que buscan su protección. No agregues nada a sus palabras, o podría reprenderte y ponerte al descubierto como un mentiroso».
«El cristianismo copió las religiones antiguas».
«Si nos fijamos en las culturas egipcias», dijo Kirk del grupo focal de Phoenix, «hay una historia de un nacimiento virginal en algún lugar, y si la miras aún más lejos…» Esa fue una afirmación entre muchos, que el cristianismo robó sus mejores ideas de fuentes externas.
La manera más fácil de decidir si los primeros cristianos copiaron algunos elementos como la resurrección de otras religiones es leer esas supuestas fuentes. La historia sobre un dios del maíz que murió, fue enterrada y volvió a la vida como los nuevos cultivos no es exactamente la historia de Jesús. Tampoco es el hilo conductor de Osiris e Isis, la pareja de poder suprema de Egipto. En la versión más antigua del mito, el divino Osiris es asesinado y desmembrado, con las partes de su cuerpo dispersas por todo Egipto. Su esposa, Isis, recuperó hasta la última pieza, a excepción de su falo, que desafortunadamente había sido engullido por peces. Isis hizo un falo dorado y cantó una canción para devolverle la vida a Osiris. Osiris luego impregnó a Isis, y ella dio a luz al nuevo rey, Horus. ¿Y mencionamos que Isis era la hermana de Osiris?
Es difícil ver como podríamos considerar estos mitos como la inspiración para la historia de la vida, muerte, y resurrección de Jesús, que son eventos históricamente contados por testigos oculares. Después de investigar las creencias antiguas sobre la resurrección, el teólogo N.T. Wright concluye: «Nadie en el mundo pagano de los días de Jesús y de allí en adelante afirmó que alguien había estado realmente muerto y luego había vuelto a estar verdaderamente vivo y corporal una vez más». (12)
Edwin Yamauchi se ha sumergido en no menos de 22 lenguas antiguas y es un experto en la historia antigua, incluido el Antiguo Testamento y la arqueología de la Biblia, con un énfasis en la relación entre antiguas culturas del Cercano Oriente y la Biblia. Es considerado un experto en la historia antigua, la historia de la iglesia primitiva y el gnosticismo.
Ha publicado más de 80 artículos en más de 20 revistas académicas y ha recibido ocho becas universitarias. Sus escritos incluyen contribuciones a muchos libros sobre Grecia, Babilonia, Persia y África antigua. Después de una vida entera de estudiar esta cuestión, Yamauchi ha concluido que no hay ninguna posibilidad de que la idea de la resurrección fue robada porque no hay evidencia definitiva para la enseñanza de la resurrección de una deidad en cualquiera de las religiones misteriosas anteriores al siglo II (13).
De hecho, parece que los otros religiones y espiritualidades robaron la idea de la resurrección de los cristianos. Por ejemplo, la resurrección de Adonis no aparece hasta el siglo II o III (14). Attis, la consorte de Cibeles, no se conoce como un dios resucitado hasta después de AD 150. (15)
Algunos han postulado que el ritual de taurobolium de Attis y Mithra, dioses persas, es la fuente de la doctrina bíblica de la resurrección. En este ritual, el iniciado fue puesto en un pozo, y un toro fue sacrificado en una rejilla sobre él, empapándolo con sangre. Sin embargo, lo más temprano que se menciona este ritual es 160 d. C., y la creencia de que condujo al renacimiento no se menciona hasta el siglo IV. El erudito de Princeton Bruce Metzger ha argumentado que se dijo que el taurobolium tenía el poder de conferir vida eterna solo después de encontrarse con el cristianismo. (16)
En resumen, cualesquiera que sean las similitudes entre los puntos de la historia de Jesús y las religiones antiguas, es mucho más probable que la otra fe haya tomado prestada del cristianismo que viceversa.
Notas:
- Mark Driscoll, 144.
- Craig L. Blomberg, (2004-03-01), Making Sense of the New Testament: Three Crucial Questions [Entendiendo el Nuevo Testamento: tres preguntas cruciales] (Kindle 237–238). Baker Publishing Group. Edición Kindle.
- Ibid, 242–244. En sus comentarios en este punto, Blomberg dice, «La introducción académica estándar a la crítica textual del Nuevo Testamento, a partir de la cual se pueden obtener estos y muchos otros datos, es Kurt Aland y Barbara Aland, The Text of the New Testament [El texto del Nuevo Testamento], 2d ed. (Grand Rapids: Eerdmans, 1989).» Para un resumen más breve, sin lo técnico, ver David A. Black, New Testament Textual Criticism: A Concise Guide [Crítica textual del Nuevo Testamento: Una guía breve] (Grand Rapids: Baker, 1994).
- Mark Driscoll, 144.
- http://www.phrases.org.uk/meanings/give-a-man-a-fsh.html.
- When Critics Ask [Cuando los escépticos preguntan] por Norman Geisler y Thomas Howe es de mucha ayuda haciendo esto (Grand Rapids, MI: Baker, 1992).
- Ver The Big Book of Bible Difficulties: Clear and Concise Answers from Genesis to Revelation [El gran libro de las dificultades bíblicas: respuestas claras y concisas desde el Génesis hasta el Apocalipsis], por Norman L. Geisler; When Critics Ask: A Popular Handbook on Bible Difficulties [Cuando escépticos preguntan: Una guía popular para dificultades bíblicas], por Norman L. Geisler y Thomas Howe; New International Encyclopedia of Bible Difficulties [Nueva enciclopedia internacional para dificultades bíblicas], por Gleason L. Archer Jr.; Alleged Discrepancies of the Bible [Presuntas discrepancias de la Biblia], por John Haley.
- Daniel B. Wallace, “First-Century Fragment of Mark’s Gospel Found!” March 22, 2012, http://danielbwallace.com/2012/03/22/frst-century-fragment-of-marks-gospel-found/.
- Dan Brown, The Da Vinci Code (New York: Anchor Books, 2003), 251.
- Ibid, 259.
- Craig L. Blomberg, “Jesus of Nazareth: How Historians Can Know Him and Why It Matters [Jesús de Nazaret: Cómo pueden conocerlo los historiadores y por qué importa]” (Deerfield, IL: Christ on Campus Initiative, 2008), http://tgc-documents.s3.amazonaws.com/cci/Blomberg.pdf, 25–26.
- N. T. Wright, The Resurrection of the Son of God [La resurrección del Hijo de Dios] (Minneapolis: Fortress Press, 2003), 76.
- Edwin Yamauchi, “Easter: Myth, Hallucination, or History?” Christianity Today, March 15, 1974 y March 29, 1974, 4–7, 12–16.
- Ibid.
- Ibid.
- Lee Strobel, The Case for the Real Jesus [El caso para el Jesús verdadero] (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2007), 174–75; y Bruce M. Metzger, Historical and Literary Studies: Pagan, Jewish, and Christian [Estudios históricos y literarios: Paganos, judíos y cristianos] (Grand Rapids, Eerdmans, 1968), 11.