Trinidad: ¿Aparece la Trinidad en la Biblia?

Trinidad: ¿Aparece la Trinidad en la Biblia?

¿SE ENSEÑA LA TRINIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO?

Los primeros versos de las Escrituras revelan a Dios de una manera sorprendente:

En el principio, Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y estaba

      vacía, y la oscuridad cubría las aguas profundas; y el Espíritu de Dios se movía en

      el aire sobre la superficie de las aguas. [NOTA: Gn 1:1-2]

Aquí vemos que Dios Padre y el Espíritu de Dios tienen parte en la creación. Solo unos pocos versículos más adelante en el Génesis, Dios habla de sí mismo con pronombres plurales: «Entonces Dios dijo: “Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros”» [NOTA: Gn 1:26]. Esto es muy inusual y ocurre solamente en otros tres lugares en toda la Biblia. No parece tener ningún sentido, pero cuando se capta de la perspectiva trinitaria de Génesis 1:1-2, todo «encaja». Además de la deidad, es posible que había ángeles y otros seres divinos en la presencia de Dios cuando creaba todo.

Encontramos a las tres personas mencionadas en muchos otros pasajes. Uno de los más importantes es: «El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres» [NOTA: Is 61:1]. Vemos el «Espíritu», el «mí» que es ungido (el cual es Jesús el Mesías, y el «Señor» (Dios Padre). Leemos que Jesús comenzó su ministerio público leyendo este pasaje, y que se identificó como el «mí» de Isaías 61:1 al decir: «La Escritura que acaban de oír, ¡se ha cumplido este mismo día!» [NOTA: Lc 4:18-21].

Aquí hay otro ejemplo de la Trinidad que aparece junto a otro pasaje del Antiguo Testamento:

En toda angustia de ellos él [el Padre] fue angustiado, y el ángel de su faz [el Hijo] los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad. Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos. [NOTA: Is 63:9-10]

El «ángel del Señor» es otro fenómeno desconcertante en el Antiguo Testamento, pero tiene sentido cuando nos damos cuenta de que proviene de una perspectiva trinitaria [NOTA: Gn 22:11, 15; Éx 3:2; Nm 22:22-35; Jc 6:11-22, 13:3-21; Za 3:1-6]. En Génesis 16 «el ángel del Señor» encuentra a Agar y le habla con instrucciones y palabras de consuelo. Luego, en el versículo 13, Agar «utilizó otro nombre para referirse al Señor, quien le había hablado», El-roi, que significa «Tú eres el Dios que me ve». ¿Es este el Señor (Yahveh) o el ángel, que significa «mensajero» o «palabra» del Señor? El enigma se resuelve cuando nos damos cuenta de que es la segunda persona de la Trinidad, el Hijo eterno, que se encarnó en Jesús. Él vino para consolar y bendecir a Agar en el pozo. Ella reconoció que fue Dios quien se le había aparecido en amor. En el Nuevo Testamento, cuando Jesús se encarnó, una vez más consoló e instruyó a una atribulada mujer no hebrea junto a un pozo [NOTA: Jn 4]. Era la mujer samaritana, y ella también reconoció que Dios se le había aparecido.

Por último, el Antiguo Testamento da a conocer por adelantado al Hijo divino que vendría como Mesías, Dios que venía a salvar a los pecadores y a vencer el pecado en el nombre de Dios Padre:

  • El Señor le dijo a mi Señor: «Siéntate en el lugar de honor a mi derecha, hasta que humille a tus enemigos y los ponga por debajo de tus pies» [NOTA: Sal 110:1. 19:24; Sal 45:6–7; Is 48:6–7; Os 1:6–7; Za 3:2; and Mal 3:1–2 son algunas otras pasajes que describen dos seres llamados Señor o Dios].
  • Acérquense y escuchen esto: desde el principio les he dicho con claridad lo que sucedería. Ahora, el Señor Soberano [Padre] y su Espíritu me [Hijo] han enviado con este mensaje. [NOTA: Is 48:16]
  • Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre [Hijo] descender con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano [Padre] y lo llevaron ante su presencia. Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido. [NOTA: Dn 7:13-14] (2)

Desde el principio de la Biblia vemos surgir la Trinidad, así como otras doctrinas clave, como el capullo de una flor. A medida que las Escrituras continúan revelando a Dios, lo cual es llamado revelación progresiva, el capullo se abre poco a poco. El pueblo de Dios del Antiguo Testamento esperaba la venida del Hijo ungido por el Espíritu Santo quien revelaría al Padre de manera más completa. Entonces ellos entenderían más sobre esta misteriosa promesa de uno que es Dios pero que es diferente del Padre, quien sería ungido por el Espíritu divino quien no es ni el Padre ni el Hijo, y quien cumpliría la antigua promesa de Dios de aplastar la cabeza de la serpiente y de redimir al pueblo de Dios.

¿SE ENSEÑA LA TRINIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO?

El Nuevo Testamento continúa y profundiza la revelación del Dios vivo y activo en tres personas plenamente divinas. Mientras obtenemos algunos índicos de la vida interior y celestial del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (lo que los teólogos llaman la Trinidad inmanente u ontológica). (3)

La Escritura se enfoca en los hechos históricos y concretos, por medio de los cuales la Trinidad es revelada como tres personas que trabajan juntas en la creación (lo que los teólogos llaman la Trinidad económica). Esto es útil porque nos permite ver cómo Dios trabaja siempre al unísono y lo hace así en la historia para su gloria y para nuestro bien.

El Nuevo Testamento revela más de la Trinidad haciendo la obra de la creación, hablándonos sobre el rol del Padre [NOTA: He 17:24; 1 Cor 8:6], del Hijo [NOTA: Jn 1:2; 1 Cor 8:6; Col 1:16] y del Espíritu Santo [NOTA: Mat 1:18–20; Jn 3:5; 1 Cor 6:11; Tit 3:5; Gn 1:2; Sal 33:6; 104:30; Is 40:12–14].

En los Evangelios vemos a toda la Trinidad actuando en la concepción de Jesús por María. Lucas 1:35 dice: «El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo [el Padre] te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios [Jesús]” ». (4)

En el bautismo de Jesús, somos testigos de una de las más claras imágenes de la Trinidad. Mateo 3:16-17 dice:

Después del bautismo, mientras Jesús salía del agua, los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios descendía sobre él como una paloma. Y una voz [Dios Padre] dijo desde el cielo: «Este es mi Hijo amado, quien me da un gran gozo».

Las tres personas de la Trinidad están presentes y cada una está haciendo algo diferente: el Padre está hablando; el Hijo está siendo ungido y capacitado por el Espíritu Santo para ser Mesías y misionero.

La gran comisión de Jesús también es Trinitaria. Mateo 28:19 dice: «Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». El bautismo es en un nombre y en tres personas, una fórmula inconfundiblemente trinitaria. Además, Hechos 1:7-8 dice: «Él [Jesús les contestó: “Solo el Padre tiene la autoridad para fijar esas fechas y tiempos, y a ustedes no les corresponde saberlo; pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”».

Otro ejemplo es nuestra salvación, en la que está involucrada toda la Trinidad, pero con distintas funciones, tal como lo indican los siguientes versículos:

  • En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia… En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa…[NOTA: Ef 1:4-13]
  • …ustedes lo obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo. Que Dios les conceda cada vez más gracia y paz. [NOTA: 1 Ped 1:2]
  • «Cuando Dios nuestro Salvador dio a conocer su bondad y amor, él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo. Él derramó su Espíritu sobre nosotros en abundancia por medio de Jesucristo nuestro Salvador. [NOTA: Tit 3:4-6]

Dios Padre ideó el plan de salvación y predestinó nuestra salvación. Dios Hijo vino a morir en la cruz en nuestro lugar por nuestros pecados. Dios Espíritu Santo habita en los critianos para regenerarlos y asegurar su salvación final. En ese sentido, vemos con claridad a la Trinidad obrando en nuestra salvación.

Además, toda la Trinidad está involucrada en el otorgamiento de los dones espitituales: «Hay distintas clases de dones espirituales, pero el mismo Espíritu es la fuente de todos ellos. Hay distintas formas de servir, pero todos servimos al mismo Señor [Jesús]. Dios [el Padre] trabaja de maneras diferentes, pero es el mismo Dios quien hace la obra en todos nosotros». [NOTA: 1 Cor 12:4-6; Ef 4:4-6]

Los autores del Nuevo Testamento suelen utilizar fórmulas trinitarias al recapitular o concluir sus textos:

  • Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios [el Padre] y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes. [NOTA: 2 Cor 13:14]
  • Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor [Jesús], una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos y vive por medio de todos. [NOTA: Ef 4:4-6]
  • Ustedes, queridos amigos, deben […] orar en el poder del Espíritu Santo y esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, quien les dará vida eterna. De esta manera, se mantendrán seguros en el amor de Dios. [NOTA: Jud 20-21]

Finalmente, Jesús mismo describe la Trinidad: «Solo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. […] Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu Santo». [NOTA: Jn 14:11, 16-17]

 

Notas:

  1. Gn 19:24; Sal 45:6–7; Is 48:16-17; Os 1:6–7; Za 3:2; y Mal 3:1–2 son algunas otras pasajes que describen dos seres llamados Señor o Dios
  2. Juan 17 es uno de los ejemplos más claros. En la oración de Jesús, temenos la oportunidad de escuchar la comunicación entre la Trinidad.
  3. Cf. Mat 1:20–23.
  4. J. I. Packer, “Trinity,” Concise Theology: A Guide to Historic Christian Beliefs (Carol Stream, IL: Tyndale, 1993), 40.