: ¿Cuáles son los cuatro aspectos de una cosmovisión bíblica?

: ¿Cuáles son los cuatro aspectos de una cosmovisión bíblica?

Como una silla con cuatro patas, una cosmovisión bíblica tiene cuatro aspectos. Si falta una o más de estos, se cae, derribando a la persona sentada. Vamos a examinar esta idea con un resumen de un libro que escribí con mi esposa Grace llamada Gane su guerra (1).

  1. El reino invisible

Usted no puede creer ni entender la Palabra de Dios sin aceptar lo sobrenatural. Desde el principio al fin, la Biblia habla de un reino invisible que es tan real como el reino visible. Se requiere la fe para creer en seres divinos que viven en un mundo como nuestro y viajan entre los dos, afectando la historia humana y nuestros días cotidianas. Como resultado, todo es espiritual, y nada es secular. Lo que pasa en el reino invisible afecta lo que pasa en el visible y viceversa. Además, todas las personas son tales físicos con cuerpos que espirituales con almas invisibles. La guerra espiritual es como la gravedad—es invisible, existe si la crees o no, y afecta cada momento de cada día.

El cristianismo ha minimizado, y a veces incluso desestimado, esta verdad durante cientos de años. Aparte de iglesias pentecostales y carismáticos, muchas denominaciones y seminarios tratando de ganar la aprobación de la erudición mundana estaban demasiado influenciados por el racionalismo, el naturalismo y el escepticismo de la modernidad que corresponde en gran parte con la historia de América para apoyar lo verdaderamente sobrenatural.

El racionalismo desaprobaba de casi todo lo que no podía ver por un telescopio o microscopio y creía solo lo que se podía probar por el método científico de experimentar varias veces. Debido a que los milagros por definición solo pasan una vez, son imposibles de creer según el racionalismo. Un resultado de esto es el naturalismo, una cosmovisión que todo es material y nada es espiritual. El resultado fue escepticismo sobre lo espiritual, y eventualmente el ateísmo. Subsecuentemente, en muchas iglesias hay poca enseñanza sobre el reino invisible, los demonios, los milagros, y los dones espirituales sobrenaturales. Aparte de los eventos sobrenaturales obvios como la concepción de Jesús por la virgen María y su resurrección, muchos cristianos viven como escépticos de lo sobrenatural en vez de buscadores, una tendencia relativamente nueva en la historia de la iglesia (2,3,4).

Lutero también habla de múltiples visitas del diablo, incluida la aparición en su habitación en el Castillo de Wartburg, Alemania, cuando Lutero se sentó para traducir la Biblia. Sorprendido, Luther agarró su tintero y se lo arrojó al diablo. Durante algunos años, a los turistas se les mostraría la mancha de tinta en la pared y contarían la historia. Pero hoy, la historia del tintero no se cuenta a los visitantes y no se puede ver la mancha de tinta. Algunos historiadores creen que la evidencia de manchas de tinta del diablo fue pintada, oculta para siempre, ya que la historia de la visita del diablo a ese mismo lugar también fue eliminada de la gira y descartada como una superstición tonta (5,6).

Eventualmente, creer en cosas como ángeles, demonios, curación, el don de hablar en lenguas y la profecía parecía primitivo. Seguramente la humanidad había evolucionado más allá de tales puntos de vista arcaicos. Teológicamente, se llama cesacionismo, que es un enfoque mundano de la Biblia que también ignora gran parte del registro sobrenatural de la historia de la iglesia, argumentando débilmente que la forma en que Dios solía trabajar no es la forma en que Dios trabaja actualmente tanto el trabajo sobrenatural ha cesado (7).

Sobrereaccionando al cesacionismo es el sensacionalismo, una enseñanza cristiana sobre lo sobrenatural que incluye especulación exagerado además de la Biblia. Como resultado, algunos cristianos no les gusta hablar sobre Satanás y los demonios porque han escuchado tantas cosas erróneas en sus iglesias.

Hay una opción bíblica entre la falta de enseñanza sobre lo sobrenatural en el cesacionismo y la falta de Escritura en el sensacionalismo. Afortunadamente, hay un aumento creciente en el trabajo académico creíble sobre lo sobrenatural por parte de académicos como el Dr. Michael Heiser, cuyo trabajo influye fuertemente en lo que exploraremos en el resto de este capítulo y más allá (8).

  1. Pensamiento binario

Los cristianos piensan en términos de blanco y negro (pensamiento binario). Los no cristianos piensan en términos de gris. La enseñanza bíblica es el pensamiento binario (9).

El cristianismo bíblico requiere el pensamiento binario porque es dualista. De principio a fin, la Biblia es categórico: Satanás y Dios, demonios y ángeles, pecado y santidad, verdad y mentira, oscuridad y luz, lobos y pastores, no cristianos y cristianos, damnación y salvación, infierno y cielo. Una lista exhaustiva podría llenar un libro. La Biblia distingue claramente entre categorías.

La cultura popular es monista. El monismo no permite el pensamiento binario. No le gustan las categorías porque requieren distinciones, que termina en evaluar y juzgar los valores. En lugar de Satanás y Dios, tenemos un “poder superior”. En lugar de demonios y ángeles, tenemos fantasmas. En lugar de pecado y santidad, tenemos la opción de estilo de vida. En lugar de verdad y mentiras, tenemos su verdad y mi verdad. En lugar de oscuridad y luz, tenemos sombras de gris. En lugar de lobos y pastores, tenemos guías espirituales. En lugar de no cristianos y cristianos, tenemos el concepto que todos son parte de la familia de Dios. En lugar de infierno y cielo, tenemos la idea de un “mejor lugar”.

El monismo es una religión. Aunque no es tan formal que el cristianismo, es una cosmovisión religiosa que rechaza el pensamiento binario y la Biblia. En el monismo, todo, incluso el género, es un espectro de opciones igualmente válidos. Esta es decepción demoniaca. Lo que Dios crea, Satanás falsifica. Satanás no crea nada, pero sí falsifica, corrompe, y coopta. Aquí están algunos ejemplos:

Dios crea                   Satanás falsifica

ángeles                      demonios

obediencia                 rebelión

verdad                        mentiras

lleno del Espíritu      poseído por demonios

pureza                        corrupción

humildad                    orgullo

perdón                       amargura

adoración                  idolatría

contentamiento         codicia

paz                             temor

unidad                        división

pastores                    lobos

estima a Dios            autoestima

pacto con Dios         juramento interno con uno mismo

Espíritu                      carne

libertad                       esclavitud

reavivamiento           revuelta

vida                             muerte

iglesia                         cultura

reino                           infierno

  1. Culpabilidad colectiva

Dios dice que ambos humanos y espíritus son responsables por su comportamiento. Satanás y sus demonios tientan a nosotros a participar en sus planes malvados, y cuando alguien se entrega a Satanás y hace algo malo, tanto la persona como los demonios son responsables. Lamentablemente, dependiendo de los maestros cristianos que escuches, a menudo encontrará un desequilibrio. Algunos erróneamente culpan a Satanás por todo su pecado y reducen la responsabilidad humana. Otros erróneamente culpan a las personas por todo su pecado y ignoran el rol de lo demoníaco en influenciar sus decisiones.

Génesis 3 cuenta la historia del primer pecado humano. Dios juzga al hombre primero, culpándole por no ser el líder de su familia. El hombre está responsable por su pecado y no puede culpar a Dios, Satanás ni la mujer. Intenta hacerse víctima en lugar de villano, pero Dios no le permite escapar. Luego, Dios juzga a la mujer, culpándola por su desobediencia. Ella intenta culpar a Satanás, pero Dios le da las consecuencias de su pecado sin olvidar el rol de la serpiente. Finalmente, Dios juzga al diablo por su participación en la caída, dictando un veredicto de eventual derrota y destrucción una vez que sea aplastado bajo los pies de Jesús.

¿Quién es responsable por el primer pecado? ¿El hombre? ¿La mujer? ¿Satanás? La respuesta es sí. Este es el concepto de culpabilidad colectiva. Del mismo modo que varias personas pueden ser condenadas y acusadas de estar involucradas en el mismo delito, cuando ocurre el pecado, muchas personas culpables a menudo están involucradas. Exploraremos esto más adelante en este capítulo.

  1. «Cielo abajo o infierno arriba»

Como exploraremos en el resto de este libro, hubo una guerra en el cielo que vino a la tierra. El Rey Jesús ha descendido a la tierra y volverá a descender por última vez, trayendo el reino a su paso, a fin de desterrar al diablo y sus demonios al infierno para siempre. Cada día de nuestra existencia en la tierra estamos viviendo en medio de una gran batalla que ha estado librándose desde hace mucho tiempo en el cielo. Cada día nuestras decisiones invitan al cielo a bajar o elevan el infierno a nuestras vidas.

En hermanastro de Jesús, Santiago, usó el pensamiento binario, instando a los cristianos a no permitir que el infierno suba hasta nuestras vidas a través de la sabiduría popular y predominante, la cual es «contra la verdad […] terrenal, animal, diabólica […] y […] perversa», sino más bien que inviten al cielo a bajar nuestras vidas con la «sabiduría que es de lo alto» (10).

Pablo exhortaba: «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra» (11). Jesús nos enseñó a orar y luego a vivir en el cielo, no en el infierno: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra» (12). Cuando vemos al Espíritu descender sobre las personas en la Biblia y en el día de hoy, esto es vivir con el «reino abajo» en vez de con la «cultura arriba».

El mismo Rey que ganó en el cielo vino a la tierra para pelear la misma guerra en un nuevo frente de batalla. Estudiaremos esta guerra a continuación.

 

Notes

1. Heiko A Oberman, Luther: Man between God and the Devil (trans. Eileen Walliser-Schwarzbart; New Haven: Yale University Press, 1989). Publicado en español con el título Lutero: Un hombre entre Dios y el diablo], 104. En Table Talk, Lutero escribió sobre el diablo más veces que la Biblia, el evangelio, la gracia y la oración.

2. Mark Rogers, “‘Deliver Us from the Evil One’: Martin Luther on Prayer,” (Rescátanos del maligno: Martín Lutero y la oración) Themelios 34, no. 3 (2009): 340.

3. https://www.christianpost.com/news/the-night-the-demon-visited.html. Quizás la pintura sobre evidencia demoníaca explica el resto de la historia de la iglesia.

4. William Barclay, ed., The Gospel of Matthew, vol. 1, The Daily Study Bible Series (El evangelio de Mateo, vol. 1, La serie bíblica de estudio diario) (Philadelphia, PA: The Westminster John Knox Press, 1976), 65.

5. Scott H. Hendrix, “Legends About Luther” (Leyendas sobre Lutero), Christian History Magazine-Issue 34: Martin Luther: The Reformer’s Early Years (Mart´ˆn Lutero: Los años primitivos del reformador) (Carol Stream, IL: Christianity Today, 1992).

6. Helmut Thielicke, “The Great Temptation” (La gran tentación), Christianity Today (Carol Stream, IL: Christianity Today, 1985), 28.

7. Craig S. Keener. Miracles: The Credibility of the New Testament Accounts. (Milagros: La credibilidad de los testimonios en el Nuevo Testamento) 2 vols. Grand Rapids: Baker, 2011. 1,172 pp.

8. Un ejemplo es la obra del Dr. Michael Heiser, quien citamos varias veces en este capítulo. Michael S. Heiser. The Unseen Realm: Recovering the Supernatural Worldview of the Bible. (El reino invisible: Descubrir la cosmovisión sobrenatural de la Biblia) Bellingham, WA: Lexham, 2015. 413 pp.

9. Driscoll, M (2019). Christians Might Be Crazy: Answering the Top 7 Objections to Christianity. (Los cristianos podrían estar locos: respondiendo a las 7 principales objeciones al cristianismo) Dunham & Company.

10. St. 3:15-17

11. Cl. 3:2

12. Mt. 6:10